La ciudadanía digital
De acuerdo con la UNESCO, “la ciudadanía digital es un conjunto de habilidades que permite a los ciudadanos acceder, recuperar, comprender, evaluar y utilizar, crear y compartir información y medios en todos los formatos, utilizando varias herramientas, con conductas pertinentes a esa comprensión ajustándose a los principios de ética, legalidad, seguridad y responsabilidad en el uso de Internet, las redes sociales y las tecnologías disponibles.
Por ende un ciudadano digital:
- Usa las tecnologías para resolver tareas cotidianas ahorrando tiempo y dinero.
- Está preparado para encontrar oportunidades de crecimiento personal y profesional a través de Internet.
- Realiza cualquier tarea básica en un computador, haciendo uso de Internet y herramientas en línea.
- Usa las tecnologías para brindar soluciones a las necesidades personales y de las comunidades del país.
Como la información, la tecnología y las tendencias cambian constantemente, es necesario estar actualizándose constantemente en diferentes temáticas para nuestra vida cotidiana, y una de esas es la ciudadanía digital.
Dimensiones de la ciudadanía digital
- Salud y bienestar digital: se refiere a la garantía y cuidado del bienestar físico y mental asociado al uso de las tecnologías digitales: dependencia de las pantallas, adicción a la tecnología, posturas y usos adecuados de dispositivos o aparatos tecnológicos, desarrollo neurológico en la primera infancia, entre otros.
- Alfabetización digital: proceso de enseñanza y aprendizaje acerca de la tecnología y su uso.
- Seguridad digital: precauciones para garantizar la seguridad al estar conectados. Por ello el ciudadano digital debe proteger la información y datos personales sensibles, claves, identidades o cuentas de usuarios en servicios, el uso de antivirus y otros sistemas de resguardo de cualquier intento de hackeo o de daño a los servicios que se tienen activados en internet.
- Etiqueta digital: dice relación con los estándares de conducta apropiados para el ámbito digital, especialmente en la relación con otros.
- Acceso digital: se refiere a las brechas de acceso y competencias necesarias para aprovechar las oportunidades del mundo digital.
- Comunicación digital: procesos de intercambio, interacción, acceso a la información y al ejercicio de la capacidad de expresión usando las oportunidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicación, y la toma de decisiones con relación a su uso.
- Responsabilidad y derechos digitales: las libertades y exigencias que se extienden a todos desde el ejercicio de la ciudadanía en el mundo digital, comprendiendo que el tener oportunidades también implica responsabilidades. El acceso a internet debe ir acompañado de una actitud de solidaridad.
- Leyes digitales: se ocupan de las normas y el uso ético de la tecnología dentro de una sociedad, relativas a la protección de la información personal, copyrights y transgresión de derechos, entre los que se cuentan el bullying, sexting y grooming.
- Comercio digital: se refiere a la necesidad de educar sobre lo que implica el comprar y vender online, enfocándose en las herramientas y garantías para asistir a quienes hacen intercambio de bienes o dinero en el espacio digital.
Todos quienes hacemos uso de internet tenemos una huella digital, un rastro o retrato de nuestra actividad en línea, una marca que dejamos cada vez que navegamos e interactuamos en internet. Lo que compartimos o comentamos en redes sociales, la información que buscamos, las compras que hacemos online, las aplicaciones que usamos desde dispositivos móviles y todas nuestras interacciones vía internet, van formando una recopilación de información que se basa en nuestro comportamiento online y va quedando grabada.
Cada vez que accedemos a un sitio web, revelamos información personal al dueño del sitio, como nuestra dirección IP, que puede incluir nuestra información geográfica o el navegador o sistema operativo que usamos.
Para un usuario de internet es casi imposible borrar por completo su huella digital ya que, aunque eliminemos el contenido compartido en red, siempre existe la posibilidad de que éste ya haya quedado respaldado. La existencia de esta huella digital tiene riesgos que no sospechamos. Nuestra información privada puede ser usada, generalmente con fines comerciales, para rastrearnos y personalizar la publicidad que nos llega sobre productos o servicios. La organizaciones pueden analizar enormes cantidades de datos obtenidos a través de este rastro que vamos dejando y vincularlos a diferentes tipos de información y contextos. Aprender a usar de forma adecuada las plataformas de internet, conscientes de que todo lo que publicamos y hacemos por esta vía puede permanecer en la red indefinidamente, aunque lo borremos, es fundamental para proteger nuestros datos y privacidad.
Actitudes esperadas en un ciudadano digital
- Promueve un uso de los dispositivos adecuado a la edad, considerando los riesgos de su uso en la infancia
- Aprovecha las posibilidades que otorga internet para aprender y adquirir competencias útiles para el mundo laboral
- Toma medidas de seguridad en los dispositivos personales como uso de antivirus y contraseñas
- Respeta la diversidad de opiniones comprendiendo que todas tienen el mismo valor, sin “enganchar” ni promover comentarios negativos o agresivos
- Recuerda que todos tenemos derecho a acceder a internet, sin importar sexo, cultura o nivel socioeconómico
- Se informa de manera responsable y verifica la información antes de compartirla
- Aprovecha los espacios de participación y creación de comunidad con ideas u objetivos que te representen
- Cumple las normas de comportamiento y leyes asociadas a los sitios web y redes que utilizas
- Lee los términos y condiciones cuando compres un producto o des tus datos en un sitio web
María Alvarado