GROOMING
El Grooming es más común de lo que pensamos y afecta nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA). Es cuando un acosador adulto se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual. El acosador se pone en contacto por un medio digital (preferentemente redes sociales) y en este proceso crea un vínculo de confianza, e intentará aislar a la víctima de su red de apoyo generando un ambiente de secretismo e intimidad.
Frecuentemente el acosador se hace pasar por un menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima, le envía material sexual al NNA. Es una violencia igual de real que la física, pero de la que no se puede huir.
En Chile la PDI recibió en 2019 un total de 1.077 denuncias, e investigó 4.124 casos, bajo las figuras penales de abuso sexual impropio de mayor de 14 años, abuso sexual impropio en menor de 14 años, adquisición o almacenamiento de material pornográfico infantil, comercialización y/o producción de este último.
La mejor forma de prevenir este tipo de situaciones, es la educación a los NNA los riesgos de sus acciones al compartir con personas desconocidas en Internet, como en el uso responsable de nuevas tecnologías como en el ámbito afectivo sexual. Así, podrán saber cómo detectar los peligros y las consecuencias de sus acciones en el mundo digital.
Señales de alerta
- Cambios conductuales e irritabilidad en el menor.
- Alteraciones en el ciclo del sueño, insomnio e hipersomnia.
- Trastornos bruscos del ánimo o el apetito.
- Querer aislarse o pasar solo por mucho tiempo.
- Dificultades para concentrarse.
- No dejar, de manera hostil, que alguien vea su teléfono.
- Cortes en la piel y autolesiones.
- Miedo de salir de su casa.
- Cambio en su relaciones cercanas y con adultos imprevistas.
- El grooming tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual.
- En casos extremos presentan cambios físicos psicosomáticos, cambios en su lenguaje corporal frente a la presencia de determinadas personas, se manifiestan dolencias y lesiones físicas sin explicación.
Fases de desarrollo del grooming
El online grooming incluye una serie de conductas que pueden ser desordenadas, pero, por lo general, existen patrones de conducta y fases comunes que vamos a ver a continuación para poder detectarlo y prevenirlo.
- La creación de un vínculo de confianza.En muchos casos a través de sobornos o engaños el agresor contacta con la niña o niño y establece el vínculo de confianza. Para ello normalmente finge otra edad, muy cercana a la de la víctima. Además, puede que el abusador haga regalos, empatice a un nivel profundo con los niños y niñas haciendo que escucha sus problemas y aproveche esa información para chantajear después.
- El aislamiento de la víctima.En esta fase el agresor persigue arrancar la red de apoyo natural del menor (familiares, amistades, docentes, etc.) dejándolo desprotegido. De esta manera insiste en la necesidad de mantener todo en secreto.
- La valoración de los riesgos.El agresor tiende siempre a asegurar su posición, así que suele preguntar a la víctima si alguien más conoce su relación e intenta averiguar quién más tiene acceso al ordenador o dispositivo que utiliza el menor.
- Conversaciones sobre sexo.Una vez se siente con confianza, el abusador empieza a introducir conversaciones sexuales de manera paulatina. Busca que la víctima se familiarice tanto con la temática sexual como con el vocabulario.
- Las peticiones de naturaleza sexual. Este es el objetivo principal del online grooming. En esta última fase el criminal utiliza la manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, relate fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico.
¿Cómo prevenir el grooming?
- No permitir al NNA ir a dormir con el teléfono con conexión a internet. La mayoría de las conversaciones ocurren cuando los papás duermen.
- No hay claves en los teléfonos. Nada se oculta. Los padres deben poder revisar en cualquier momento los celulares de su NNA.
- Hay que enseñarles a los niños la privacidad del cuerpo. Por ejemplo, las partes que tapa un traje de baño no se graban ni se exhiben.
- Dar el ejemplo. Si al llegar del trabajo, los padres pasan las dos o tres horas que están con sus hijos conectados al teléfono, después no les podrán transmitir la sensación de protección.
- No crearles perfiles en redes sociales a los menores de edad. Tratar de no subir contenido de los hijos a esas plataformas y, en caso de hacerlo, no tener el perfil abierto al público.
- Estar atento a los juegos en línea y sus chats. Saber con quién juega y habla el menor, tratar de conocer a sus amigos virtual.
- En caso de ver alguna conducta extraña, contactar a la PDI. Llame a uno de los siguientes teléfonos: 133, 147 o 149.